Redes de apoyo en el proceso de migración de la población afrodescendiente en el Caquetá
Las redes familiares, comunitarias y organizacionales han sido fundamentales en el acompañamiento a la población afrodescendiente que ha migrado hacia la región del Caquetá. Estas redes no solo han facilitado la adaptación y el asentamiento en un nuevo territorio, sino que también han fortalecido el sentido de identidad, resistencia y pertenencia de estas comunidades.
Redes familiares: el primer apoyo
El primer sostén para las personas afrodescendientes que migran al Caquetá proviene generalmente de familiares o conocidos ya asentados en la región. Estas redes iniciales son cruciales para proporcionar apoyo material y logístico, como alojamiento, empleo y orientación. Sin embargo, su impacto va más allá de lo tangible: también ofrecen una red de solidaridad emocional y cultural que mantiene vivos los lazos comunitarios y la herencia cultural a pesar del desplazamiento.
Construcción de redes comunitarias
Las personas afrodescendientes que llegan al Caquetá no se limitan a sobrevivir; transforman su experiencia migratoria en procesos comunitarios que incluyen la creación de nuevas redes de apoyo y la revitalización de sus tradiciones y costumbres. Estas redes no se basan exclusivamente en relaciones de parentesco, sino también en valores culturales compartidos que se trasladan desde sus territorios de origen.
En palabras de Ángel Aragón, un líder afrodescendiente del Caquetá entrevistado en este proyecto, las organizaciones comunitarias con un enfoque étnico-racial han sido esenciales para abrir espacios de inclusión, fomentar la colaboración y promover iniciativas afrodescendientes en la región. Estas organizaciones han permitido que las comunidades migrantes consoliden su identidad, encuentren apoyo y generen oportunidades de crecimiento.
Relación con comunidades indígenas
Un aspecto destacado en la historia migratoria afrodescendiente hacia el Caquetá ha sido la relación con los pueblos indígenas, especialmente en municipios ribereños como Curillo y Solita. Según testimonios recogidos, los indígenas brindaron ayuda fundamental en los primeros momentos de asentamiento, ofreciendo alimentos y actos de solidaridad que contrastaron con el rechazo y la discriminación experimentados por parte de la población mestiza.
Con el tiempo, esta relación se ha fortalecido, al encontrarse ambas comunidades en luchas compartidas, como la defensa de sus derechos y del territorio. Hoy en día, se han creado espacios de diálogo y colaboración que refuerzan los lazos entre afrodescendientes e indígenas, promoviendo iniciativas conjuntas en favor de la autonomía territorial y la conservación del medio ambiente.
Redes institucionales y fundaciones
Aunque no existe una red institucional formalizada de apoyo a los afrodescendientes en el Caquetá, funcionarios públicos afrodescendientes como Carlos Hurtado han desempeñado un papel clave al facilitar que la comunidad se sienta escuchada y comprendida. Además, en los últimos años han surgido organizaciones y asociaciones que ofrecen apoyo directo a estas comunidades, especialmente a aquellas afectadas por el conflicto armado.
Fundaciones como FUMANU, FREEMA, AFROCAT y MUSEO CAQUETA, entre otras, han sido pilares para el fortalecimiento de las comunidades afrodescendientes. Estas organizaciones no solo brindan asistencia humanitaria, sino que también promueven proyectos de desarrollo cultural, económico y ambiental. Por ejemplo, FUNCADET, liderada por Pedro Quiñonez, ha trabajado en la comercialización de bonos de carbono y la conservación de la selva virgen, generando beneficios tanto para comunidades afrodescendientes como indígenas.
Resiliencia y reconocimiento
El Caquetá, una región profundamente afectada por el conflicto armado, ha sido testigo del papel crucial de las redes sociales y comunitarias en la resiliencia de la población afrodescendiente. Estas redes han permitido que las personas migrantes no solo sobrevivan, sino que también encuentren espacios de reconocimiento y empoderamiento.
A pesar de los desafíos que persisten, las comunidades afrodescendientes en el Caquetá han demostrado una notable capacidad para construir redes de apoyo sólidas que trascienden las adversidades. Estas redes, en conjunto con las organizaciones comunitarias y el trabajo de líderes sociales, son un ejemplo de cómo la solidaridad y el esfuerzo colectivo pueden transformar vidas y fortalecer comunidades.